domingo, 14 de abril de 2013

¿Qué supone ser periodista?

Hace poco me hicieron esta pregunta, y aunque a priori la respuesta podría parecer sencilla para muchos, para mi es algo más compleja, por eso decidí hacer esta pequeña reflexión que aquí os dejo:


Bajo mi punto de vista un periodista se hace, pero, en ocasiones,  también nace. Probablemente este último sería mi caso. Desde bien pequeña he sabido que me quería dedicar a esta profesión, mi meta futura es ser una buena periodista. Para mí el periodismo no es solo una profesión, sino también una forma de vida, que se enriquece gracias a lo que voy llamo “espíritu del periodista”.

El espíritu del periodista es aquel que hace que una persona vaya por la vida siempre con los ojos bien abiertos, prestando atención a lo que ocurre a su alrededor; con una curiosidad atroz por su entorno; buscando siempre más allá de lo que ve;  en un estado de alerta constante, analizando cada hecho, cuestionándolo y buscando ese punto noticioso o simplemente ese punto de curiosidad para después darlo a conocer y contagiar esa curiosidad al resto de personas.  Estas cuestiones fueron las que me hicieron darme cuenta de que esta era mi profesión.

Creo que las bases de todo periodista son esa curiosidad y esas ganas de comunicar, ese espíritu crítico, esa avidez por saber todo lo que pasa a su alrededor  y ese afán que le lleva a no conformarse con lo que sabe y querer saber siempre más.
Pero claro, no es suficiente con tener ese espíritu, esa curiosidad. Para ser periodista hay que estar perfectamente formado en muchas disciplinas. Un buen periodista requiere de un incesante reciclaje personal. Debe estar en continua formación, siempre en consonancia con la actualidad, siempre al día de las nuevas tecnologías y de las nuevas técnicas de su profesión. Algo que como todos sabemos, se ha agudizado inmensamente con la llegada de Internet y las nuevas tecnologías.

Terminar la carrera de periodismo no significa ser periodista, eso es algo que está bastante claro. Ser periodista es mucho más. Actualmente el triunfo del periodista se encuentra en su especialización en un ámbito o área determinada. El periodista debe conocer un mínimo de todas las especializaciones, pero debe ser especialista en una pequeña parcela de la realidad. Y hacer accesible a la audiencia toda esa información.
Todo ello requiere de una gran responsabilidad. Esta es, bajo mi punto de vista, otra de las características que deberían ser intrínsecas a todo periodista. Los periodistas muchas veces nos convertimos en la voz de muchas personas, de muchas causas y de muchos acontecimientos. El contar todo ello con neutralidad, de forma verídica e imparcial y dando la libertad a nuestro oyente, o a nuestro lector, para que tome su propia postura respecto de lo que le contamos es, por tanto, una gran responsabilidad.

Ya he señalado brevemente algunos de los rasgos más importantes que deberían caracterizar a todo buen periodista (curiosidad, espíritu crítico, buena formación, responsabilidad, etc). Ahora me gustaría dar cuenta, de forma muy resumida, de los objetivos que debemos perseguir los periodistas durante el ejercicio de nuestra profesión.
Uno de los principales objetivos del periodista es vigilar a los poderes y denunciar los abusos, siempre con rigor, independencia, pluralidad y honestidad. Ya lo decía la periodista estadounidense Amy GoodMan “el deber del informador es ir donde está el silencio”. También el célebre Joseph Pulitzer constató esto cuando afirmó que, "Aquí no toleramos los errores y cuando los descubrimos no descansamos hasta corregirlos".

Con esta cita quiero destacar que el periodista cumple igualmente una función social, y por tanto, debe buscar siempre el interés general y hacer historia, (el periodista es también el “historiador del presente”) denunciando y dando a conocer aquellos hechos que, de no ser por la valentía de algunos periodista, pasarían desapercibidos. Debemos contribuir a hacer una sociedad mejor, y tenemos la ventaja de que podemos llegar al gran público de manera fácil y accesible. Y esa ventaja, debemos utilizarla honradamente, no para manipular, sino para hacer tomar conciencia al resto del mundo.
De ello quiso hacer eco Ryszard Kapuscinski, al manifestar, en su recomendable libro, Los cínicos no sirven para este oficio, que para ser periodista es necesario ser también buena persona. Y como buenos periodistas y buenas personas que somos, debemos empatizar con el resto del mundo y, como expongo anteriormente, colaborar por construir una sociedad mejor.
Podría escribir un libro entero sobre esta tema. Pero la capacidad de síntesis es otra de las características que deben definirnos, por lo que concluyo expresando mi tristeza por lo infravalorada que, en muchas ocasiones, se encuentra nuestra profesión; y expresando igualmente mi espíritu y motivación por hacer que esto cambie.
Con esta pequeña entrada he tratado de contribuir de alguna forma a ello, por lo que espero que aquel que me lea, entienda o trate de entender, que los periodistas somos necesarios, y que el buen periodismo es vital, ahora y siempre.

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